Por: Patricio Rosas Flórez
En el fútbol femenino todavía se respira amor por la camiseta y por colocar esa bendita pelota entre las redes.
Mujeres tras una pelota de fútbol, a inicio del siglo pasado, habría sido considerado como una broma de mal gusto. Sin embargo, cuando una jugadora del equipo femenino del Necaxa hizo un gol maravilloso en un partido de la primera parte de la Liga MX Femenil 2019, de chilena, el eco de su propio grito se reflejó en un estadio enorme pero vacío. Similar hecho fue el pasado mundial de julio 2019 donde Estados Unidos dio una lección de buen fútbol y carácter.
El problema no es de talentos, pues bastó mirar los partidos del mundial para comprender algunas cosas que el fútbol de los machos olvidó. La disputa por el tercer puesto fue vibrante, unas muchachas suecas en un emocionante encuentro ante las inglesas demostraron todas: Un fútbol abierto, de lateralidades, rápido, cada jugadora jamás fingió una caída, nunca insultaron a los jueces del partido, respetaron a su oponente y finalmente fue una fiesta de abrazos entre las compañeras de juego.
Hoy el fútbol de machos adolece de todo, dejaron de soñar. Se convirtió en un show mediático, donde el juego ha quedado a un lado y se ha puesto de moda taparse la boca y cada cinco minutos mirar la gran pantalla en los estadios, con el propósito de posar. Los millones afloran y convierten a un ser humano en una estrella del dinero.
Las chicas sueñan con eso, posiblemente sí y ¿quién no? sin embargo, todavía se respira amor por la camiseta y por colocar esa bendita pelota entre las redes. En nuestro país, el fútbol de los machos perdió el horizonte, sus actos de corrupción afloran y muchos jugadores se mofan del propio juego, pelean con su director técnico y se confabulan para que les dejen hacer lo que les dé la gana.
Los costos para un Ecuador enamorado de un deporte que últimamente sólo deja muchas deudas, son altos. Resta decir que los logros han sido pocos y los escándalos muchos. Tal es el nivel de corrupción, pues todo inicia desde las mismas canteras, que dejaron de serlo; porque solo basta ser hijo de futbolista o tener amistad con alguno de ellos para poder ascender desde las bases. Todo está podrido en el fútbol de los machos.
Las mujeres nos siguen dando ejemplo, el deporte siempre debe primar ante todo. Aunque es justo, debo decirlo, el derecho a crecer económicamente y a ser reconocido, no hay duda de que la inmensa lección está en nunca abandonar las razones por las cuales uno juega un deporte. Hay que recordarlo en este tiempo en el cual todo pasa por lo económico, cuando las grandes cadenas mediáticas apuestan por dar bolilla a la polémica, a los resultados y conflictos fuera de cancha. Es que eso vende.
Y ciertamente son cómplices, ciertos periodistas hedonistas. Aquellos que se venden al mejor postor. La cuña y la pauta, sobre las cuales el Alcalde Yunda respondió a los comunicadores de La Posta, reflejan la realidad: los medios viven de la publicidad y ésta pone agendas informativas.
A futuro espero una postura distinta de la gente que disfruta el deporte. Por ahora, es un verdadero placer observar un partido vibrante, con mujeres que sueñan la gloria del gol. Las felicito.
Las mujeres nos siguen dando ejemplo, el deporte siempre debe primar ante todo
Fuentes de las fotografías:
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